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Mostrando entradas de 2018

Caminar al sacerdocio después de los abusos

La primera mitad de este 2018 me agarró viviendo en Alemania en la casa central de nuestra comunidad en un tiempo de oración y de estudio. De esta manera empezó mi séptimo año camino al sacerdocio, el cual ya me había hecho vivir en Chile, en Argentina y en Paraguay. De todos estos lugares el paso por Chile seguramente sea el más importante; o por lo menos el más largo. En Alemania, metido en un helado invierno, mientras experimentaba por primera vez qué es nevar, recibí los ecos de la visita del Papa Francisco a Chile. Por lo conocido, eso fue sólo el comienzo de un año bisagra para la Iglesia. Lo singular fue que el mismo Papa fue el gran promotor de una purificación de la Iglesia acogiendo a víctimas y confrontando a los responsables. Muchas de las consecuencias fueron mediáticamente muy conocidas: se multiplicaron denuncias de abusos, se descubrieron redes de esas prácticas, junto a los abusos se evidenciaron necesarias prácticas encubridoras, todos los obispos presentaron l

No alcanzan las palabras

Final de la Libertadores . Final del mundo. Final del año. No hay mañana. 20 años para recuperarse. Bombonerazo. Banderazo. Despedida en Puerto Madero. Caravana. Monroe. Zona liberada. Piedras. Botellas. Los inadaptados de siempre. Más piedras. Vidrios. Blindaje mediático. Llamá al médico. Gases. Memes. Ganas de vomitar. Dolor de cabeza. Náuseas. No se juega. Se juega a las 18. Pablo Pérez y otro que nadie conoce. Arcos. Otamendi. Se juega a las 18. Cornea. Heridas superficiales. Doctor Pangrazio. Se juega 19:15. Ojo. Infantino. Represión. Nos obligan a jugar. Conos. Cunha entra en calor. Se juega. Empieza un poco más tarde. Reunión cumbre. Angelici. Donofrio. Domínguez. Yo no estoy de acuerdo con que se juegue. Eso lo dice Latorre. Estadísticas. Publicidades. Publicidades. Más Publicidades. Se juega. El show continúa. Juega Pablo Pérez. Represión. Corridas afuera. Llega Prefectura. Entradas falsas. No salen a entrar en calor. Gente afuera. Más Corridas. Udaondo. Quintero. Empieza 1

Empeñado en la esperanza

No se trata de un acto voluntarista o una aplicación de categorías teológicas. Me pasa sencillamente por el hecho de ser. Sin embargo, con todo lo que ha pasado ¿es posible tener esperanza hoy? “La esperanza entra en conflicto con la realidad. Es por ello que se le puede acusar de ilusión en nombre de la objetividad empírica. Pero sucede que la esperanza ve la realidad y también ve sus posibilidades” . Con los límites para la divagación que el papel exige -cosa que claramente no le ocurre en las clases-, el Parra bueno me dio esa buena luz. La pretensión de ver y controlar la realidad nos privan de ver la esperanza. Dicho en sencillo: amigo si vos crees que ya tenés la posta no te queda esperar nada . Para evitar toda posible abstracción de la realidad, debo admitir que me duele -y mucho- ver ciertas cosas que pasan en la realidad. Sin eufemismos, me repele la situación de la Iglesia en Chile. Me duele la incertidumbre política y económica de mi país. Lamento los esfuerzo para aca

La culpa de los buenos

La angustiante imagen de Lionel tapándose la cara mientras sonaba el himno me paralizó. Por unos segundos se despertó otra preocupación que trascendía el fútbol. Admito que duró sólo unos segundos hasta que todo volvió a la anormalidad de que todas las preocupaciones quedan entre paréntesis mientras la pelota corre (que en el fútbol moderno más que correr es caminar). Aquella imagen me hizo acordar a otra que había visto hace unos meses cuando vi a Ángel llorar amargamente al costado de una cancha en San Juan después de ser reemplazado el 15 de noviembre de 2016 en el partido contra Colombia. Claro está, Lionel es Messi y Ángel es Di María. Tal vez sea bueno recordarnos que Messi es Lionel y Di María es Ángel . Un título enrollado en algún lado me certifica como politólogo y una cruz en el pecho me recuerda proyecto de cura. No entiendo nada de psicología y mucho menos de sociología. Desde esa ingenua ignorancia me atrevo a preguntarme y a responderme, ¿qué nos está pasando como

Aborto, el día después

Con el correr de las horas y en la medida que los indecisos fueron definiendo sus posturas todo hacía pensar que el proyecto sería rechazado. Sin embargo, a último momento cuatro diputados que habían anticipado su rechazo cambiaron de opinión. Dos de ellos provenientes de La Pampa, presumiblemente por presiones del gobernador de su provincia quien posiblemente haya canjeado estos votos -con el consecuente “triunfo” para el gobierno nacional- por saldar alguna deuda que el Estado mantenía con su provincia. Si esto no fue así la coincidencia con el contenido de las Resoluciones 305/2018 y 306/2018 publicado en el boletín oficial ese mismo día es sorprendente. Lo triste y decepcionante es que al final no se imponen ideas, valores o sensibilidades sino intereses netamente materiales movilizado por oportunistas diputados. Personalmente hubiera preferido que la aprobación resultara por diputados convencidos con ciertos valores o ideas. Con todo esto -una vez más- en nuestro país gana

Dios no nos hace rubios

En la primera Semana Santa en el curaje, el padre maestro de novicios promovió un exhaustivo examen de conciencia para una buena reconciliación. En ese examen caí en la cuenta por primera vez de una frecuente creencia que era incompatible con mi fe cristiana: era supersticioso . Explicando mejor debo admitir que en realidad no es que crea muy en serio, sin embargo, la creencia en la mufa condiciona mi actuar. “Tiene fuerza de verdad que guía tu vida”, me explicó mi maestro y le creí como prácticamente todo lo que él me decía. Me confesé y pedí perdón en serio por tocarme el testículo cada vez que veo un colorado, por no agarrar la sal directamente, por condicionar mi desempeño en los exámenes finales según el número con el que terminara el boleto del colectivo que me llevaba a rendir, por mirar mal al que grita ‘gol’ adelantado, por insultar al que grita ‘gol’ adelantado y por invitar a que se vaya a la mierda al que grita ‘gol’ adelantado. “Por mi culpa, por mi culpa, por mi gr

Hacia una Iglesia del pueblo

Pistas para una posible interpretación del actuar de Francisco con la Iglesia de Chile       El Papa Francisco pone su atención no solamente en los obispos sino también en la Iglesia en general hablando de  un sistema dañado . Toca también a comunidades y sacerdotes en general. Incluso más: al final de cuenta todos los bautizados pueden sentirse interpelados . Un riesgo: que esta mirada diluya culpas. Un beneficio: dice “no” a los chivos expiatorios simplistas.     El problema detectado parece encontrar su raíz en lo que Francisco ha llamado “psicología de elite” . Este es un modo de pensar y de actuar que él detecta en la Iglesia chilena no en un sentido exclusivo, pero que sí parece haber encontrado un buen caldo de cultivo en la sociedad chilena . Esto amplía el universo de destinatarios.     La psicología de elit e puede resumirse en un modo de situarse en la realidad que discrimina mejores y peores, sabios e ignorantes, ricos y pobres, capaces y brutos, entre otras categ

Santa Lucía (o curso acelerado de cristianismo)

Todavía hoy me sigue pasando que de pronto pierdo ciertas prácticas, tomo distancia, me enrosco en ideologías y/o meto la pata fuerte en tal nivel que pierdo de vista qué es esto de seguir a Jesús, qué significa ser cristiano hoy y cómo el Reino de Dios puede hacerse presente en la Tierra. Es ahí cuando puedo recurrir a mis recuerdos de aquellos días de misión en Santa Lucía y me iluminan la existencia. Es que ser cristiano, seguir a Jesús y el mismo Reino no pueden reducirse a una doctrina sino más bien a una experiencia de encuentro con Él que se (me) regala.    Creatividad. “Doctor soy Perla” , se escuchó del otro lado de la puerta de la escuela. Sin posibilidad de negarle la entrada a quien era una importante facilitadora de la misión, acudimos al pedido de Gabo de abrirle. Abrir la puerta de la escuela en esos horarios era levantar una serie de barreras y protecciones que transformaban la escuela en una pequeña fortaleza libre de niños para poder descansar un rato al almue

Todavía lloramos

Durante las primeras semanas lloraba, valga la redundancia, como chiquito. Colegio nuevo. Mundo nuevo. “Encima Mabel es tan petizita que tengo miedo de perderme y no ver el lugar donde formarme cuando termina el recreo” , le decía a mi mamá no sé muy bien para qué con un seseo ya superado (o ignorado). Mi llanto sostenido tuvo una doble contención. Por un lado, Tatá mi abuela. Me empezó a sobornar dándome cinco pesos por cada semana en la que no lloraba. Generosa como hasta hoy mismo, mantuvo su promesa hasta agosto cuando en realidad mi llanto se había terminado hacía varios meses. El descuido me llevó a amasar mi primera hoy inútil fortuna. La otra contención llegó de una ignota María Eugenia. Ella era maestra de cuarto o de tercer grado, pero como me veía llorar me regalaba bonobones esperando que cesara mi llanto. La memoria, siempre agradecida como enseña Ignacio, me impide recordar si fueron uno, dos o cientos de bonobones.  Quienes fuimos al Salva sabíamos que a inicio