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Mostrando entradas de septiembre, 2009

Ha llegado la hora de tu amor.

Un lugar comun es... dejar las declaraciones de amor para las mujeres. En la muchas veces cultural división entre lo que es de varón y lo que es de mujer hacer, es un Lugar Común dejar el amor del lado de lo femenino. Los hombres solemos pensar que el amor únicamente “debe ponerse más en obras que en palabras” . Puede ser que esto responda a una naturaleza más activa del hombre y una naturaleza más contemplativa de la mujer, pero francamente me parece una arbitrariedad. Siendo Dios Amor, y habiendo Él creado al hombre a imagen y semejanza suya suena contradictorio limitar el amor a las acciones ya que en realidad el amor corresponde a su misma esencia . Sin embargo, ¿por qué caemos en eso? La respuesta es la misma que vengo dando hace mucho tiempo. Ante los momentos de inseguridad, de fragilidad o de dudas nos aferramos a lo que está políticamente correcto, a lo aceptado por la mayoría; entramos a los Lugares Comunes. Así la dimensión amorosa/afectiva del hombre queda relegada a un Lu

La mujer como lugar común

No voy a descubrir nada si digo que una de las relaciones más complejas es la que se da entre hombres y mujeres. Es llamativo cuánto nos necesitamos y lo complejo que es alcanzar una relación. A lo largo de la historia de la humanidad se ha definido a la mujer desde distintos   Lugares Comunes.   Hoy nos encontramos en un tiempo de redefinición de la mujer como persona y con ello también vemos una redefinición de lo femenino. Las posiciones extremas son sin duda   Lugares Comunes. Por eso, estimado lector, lo invito a tratar de superar esas fronteras para pensar qué es la mujer. Empiezo por deschavar los   Lugares Comunes   en los que se suele caer cuando se hablan de estos temas. Básicamente dos extremos.   En un extremo, en nuestros tiempos –con toda la movida de la cuestión de género- se ha cuestionado la diferenciación entre varones y mujeres. Se califican esas diferencias como meras construcciones culturales y como formas de opresión de un sexo sobre otro. El otro extremo