Hay una pregunta que me da
vueltas desde que llegué a Puente Alto y me hace reflexionar: ¿Qué es la
necesidad? que en realidad la mayoría de las veces termina derivando en el ¿qué
es necesitar? Vivo en Puente Alto una de las comunas identificadas como más
pobres y es la que viene liderando con solvencia el triste campeonato de casos de
coronavirus. Hay poblaciones, hay campamentos, hay gente en situación de calle.
Hay droga, hay narcos, hay consumidores que vienen a buscarla no se muy bien de
dónde. En muy poco tiempo pude conocer estas realidades con cercanía y
fácilmente uno podría afirmar que en Puente Alto hay necesidad. No lo niego.

La Tita, digámosle así para
cambiar nombres y reservar identidades, me advierte que algunos vecinos se
aprovechan de la ayuda que desde la capilla estamos compartiendo porque en
realidad “ellos no necesitan”. Uno de los vecinos a los que solemos
ayudar dijo que este mes “él no necesita porque se fue a vivir con un
familiar”. No importa si no tiene agua caliente o estufa, si la pandemia no
le permite trabajar, si su familiar está envuelto en drogas o si para su
cumpleaños no puede pedir una torta. Necesitar, acá es otra cosa. Son
perspectivas cruzadas que obviamente me interpelan.

De eso se trata el Evangelio."El Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno"(EG 265). Acá en Puente Alto se vive mucho de esto.Me encanta vivir al servicio de la necesidad.
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