Hay una pregunta que me da
vueltas desde que llegué a Puente Alto y me hace reflexionar: ¿Qué es la
necesidad? que en realidad la mayoría de las veces termina derivando en el ¿qué
es necesitar? Vivo en Puente Alto una de las comunas identificadas como más
pobres y es la que viene liderando con solvencia el triste campeonato de casos de
coronavirus. Hay poblaciones, hay campamentos, hay gente en situación de calle.
Hay droga, hay narcos, hay consumidores que vienen a buscarla no se muy bien de
dónde. En muy poco tiempo pude conocer estas realidades con cercanía y
fácilmente uno podría afirmar que en Puente Alto hay necesidad. No lo niego.
También me ha tocado vivir en
otros lugares en donde todos viven en piezas individuales y baños propios.
Tienen las necesidades básicas muy satisfechas y el día del cumpleaños es
posible elegir qué torta comprar. Yo siempre pido con dulce de leche. Casi
siempre hay agua caliente; cuando no hay -también pasa- es porque algo ha
fallado y no porque se pueda no tener. El trabajo es una posibilidad, aunque no
siempre esté remunerado y casi nunca signifique un aporte real para la economía
del lugar. Si hay drogas o adicciones solamente hay lugar para las lícitas (¿lo
que marca la diferencia es una ley que prohíbe unas y acepta otras?). Aunque
contradictorio acá también uno podría afirmar que hay necesidad que se
manifiesta en disconformidad, en culpas, lamentos e inacciones.
La Tita, digámosle así para
cambiar nombres y reservar identidades, me advierte que algunos vecinos se
aprovechan de la ayuda que desde la capilla estamos compartiendo porque en
realidad “ellos no necesitan”. Uno de los vecinos a los que solemos
ayudar dijo que este mes “él no necesita porque se fue a vivir con un
familiar”. No importa si no tiene agua caliente o estufa, si la pandemia no
le permite trabajar, si su familiar está envuelto en drogas o si para su
cumpleaños no puede pedir una torta. Necesitar, acá es otra cosa. Son
perspectivas cruzadas que obviamente me interpelan.
Al final parece que la necesidad
es una realidad humana, propia del ser finito, y que no pasa tanto por un
conjunto de situaciones materiales. Sin romantizar la pobreza material y sin
agrandar esas necesidades de corte afectivo -por decirlo de alguna manera-, veo
una relación estrecha entre existencia y necesidad. Todo termina siendo una cuestión de
perspectivas. Pero no me quiero ir en la volada. Solamente quisiera constatar
cómo ante una misma realidad existencial Puente Alto me enseña estrategias de
cómo enfrentarlas. Algo de esto ya conté. Algo de esto quisiera guardar en mi
corazón para siempre.
De eso se trata el Evangelio."El Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno"(EG 265). Acá en Puente Alto se vive mucho de esto.Me encanta vivir al servicio de la necesidad.
De eso se trata el Evangelio."El Evangelio responde a las necesidades más profundas de las personas, porque todos hemos sido creados para lo que el Evangelio nos propone: la amistad con Jesús y el amor fraterno"(EG 265). Acá en Puente Alto se vive mucho de esto.Me encanta vivir al servicio de la necesidad.
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