A menudo la vida me va poniendo con gente que parece más próxima a los personajes de una comedia que a la vida real. Perfectamente podrían ser parte de cualquier elenco de esas novelas que abundan por las noches con algunos rasgos demasiado exagerados. Incluso, en algunos puntos, esos rasgos son tan exagerados que en realidad podrían ser más un personaje de Capusoto que de Suar. Van algunos (cualquier semejanza con la realidad no es mera coincidencia)
1. Noelia
De buena presencia, parece seria y poco amigable. Esa imagen se cae ni bien se da a conocer. Tiene un humor ácido y muy inteligente próximo al ridículo. Sin embargo lo mejor de todo no es que lo dice con humor sino que vive la vida con ese humor. Por ejemplo, no sabe cuántos años tiene: cuando se le pregunta debe consultar a una compañera de trabajo y restarle un año a la edad de ella.
2. Magdalena
Su simpatía no es un rasgo propio de su personalidad. No sólo eso, sino que en el ambiente laboral elabora una imagen que genera tanto temor que nadie le habla. A ella no le importa, se justifica diciendo que no va a hacer amigos al trabajo. Solamente hay un momento del día cuando cambia su personalidad: se trata de los minutos que pasa en el ascensor. Ahí saluda a todo el mundo y se muestra muy simpática ¿El motivo de este brusco cambio? Ella lo justifica en que no le confía demasiado a esos aparatos y por eso prefiere quedarse encerrada entre amigos. Un dato de color: es fana de los palestinos.
3. Patricio
Tiene más de 35 años, pero razona como un adolescente de no más de 18. Todo lo piensa con doble sentido. Por eso delante suyo es imposible hablar con objeto directo y mucho menos con objeto indirecto. Ve sexo por todos lados y todo tiene que estar ligado a eso. Elabora una teoría por día para explicar la peculiar relación del varón y la mujer en la relación sexual. Tiene un anecdotario personal de dudosa veracidad que expone a cada rato. Además es muy futbolero; obviamente es hincha del verde.
4. Silvano
Lleva una doble vida propia de la ficción. Es un aplicado estudiante de medicina y fanático de la música. Tiene una banda rockera de dudoso potencial como para dedicarle más tiempo de lo que él le dedica. En su intimidad sabe que tiene muchas más posibilidades y se siente más cómodo si mutara hacia algo más próximo al pop. El temor al qué dirán lo inmoviliza y prefiere seguir tocando en distintos antros de la city porteña. El cuadro se completa con una familia que lo llena de complejos y un éxito con las mujeres que no se condice con ningún manual del ganador.
5. Julián
Su enfermedad por el fútbol y su sed de justicia lo obligaron a salir del arco y a vestirse de negro cada fin de semana para ser árbitro de fútbol. Si bien el arco no lo extraña, su decisión parece demasiado radical, como en otros aspectos de la vida. El cuadro se completa con un particular gusto por la política que lo llevó a estudiar Ciencias Políticas y a ser el primero de su división en recibirse.
1. Noelia
De buena presencia, parece seria y poco amigable. Esa imagen se cae ni bien se da a conocer. Tiene un humor ácido y muy inteligente próximo al ridículo. Sin embargo lo mejor de todo no es que lo dice con humor sino que vive la vida con ese humor. Por ejemplo, no sabe cuántos años tiene: cuando se le pregunta debe consultar a una compañera de trabajo y restarle un año a la edad de ella.
2. Magdalena
Su simpatía no es un rasgo propio de su personalidad. No sólo eso, sino que en el ambiente laboral elabora una imagen que genera tanto temor que nadie le habla. A ella no le importa, se justifica diciendo que no va a hacer amigos al trabajo. Solamente hay un momento del día cuando cambia su personalidad: se trata de los minutos que pasa en el ascensor. Ahí saluda a todo el mundo y se muestra muy simpática ¿El motivo de este brusco cambio? Ella lo justifica en que no le confía demasiado a esos aparatos y por eso prefiere quedarse encerrada entre amigos. Un dato de color: es fana de los palestinos.
3. Patricio
Tiene más de 35 años, pero razona como un adolescente de no más de 18. Todo lo piensa con doble sentido. Por eso delante suyo es imposible hablar con objeto directo y mucho menos con objeto indirecto. Ve sexo por todos lados y todo tiene que estar ligado a eso. Elabora una teoría por día para explicar la peculiar relación del varón y la mujer en la relación sexual. Tiene un anecdotario personal de dudosa veracidad que expone a cada rato. Además es muy futbolero; obviamente es hincha del verde.
4. Silvano
Lleva una doble vida propia de la ficción. Es un aplicado estudiante de medicina y fanático de la música. Tiene una banda rockera de dudoso potencial como para dedicarle más tiempo de lo que él le dedica. En su intimidad sabe que tiene muchas más posibilidades y se siente más cómodo si mutara hacia algo más próximo al pop. El temor al qué dirán lo inmoviliza y prefiere seguir tocando en distintos antros de la city porteña. El cuadro se completa con una familia que lo llena de complejos y un éxito con las mujeres que no se condice con ningún manual del ganador.
5. Julián
Su enfermedad por el fútbol y su sed de justicia lo obligaron a salir del arco y a vestirse de negro cada fin de semana para ser árbitro de fútbol. Si bien el arco no lo extraña, su decisión parece demasiado radical, como en otros aspectos de la vida. El cuadro se completa con un particular gusto por la política que lo llevó a estudiar Ciencias Políticas y a ser el primero de su división en recibirse.
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