1. DVD.
Ante la solicitud del gendarme –y el temor de todos los presentes- escuchamos y vimos que se trataba de un compilado de canciones románticas, incluyendo el sugestivo “No puedo estar sin ti” de Rosana.
2. Camillas de masajistas.
Es verdad que soy un tanto dormido y que mi capacidad de imaginación a veces es corta, pero me sorprendió mucho encontrar tantas camillas como camas.
3. Almohadas
Aquí también falló mi imaginación. Nunca pensé que en este tipo de lugares era necesario tener almohadas y que con un colchón alcanzaba.
4. Caño roto.
No, no viene el chiste fácil. Solamente la descripción de uno de los techos del lugar que tenían un agujero grande porque un plomero estaba arreglando los caños.
5. Cuaderno con detalles de ingresos.
Fue secuestrado por el gendarme y cerrado en un sobre que firmé. Contenía un cuadro de doble entrada con nombre, horarios y números sueltos. Esos números iban desde los 70 a los 140.
6. Sala de espera
Separada por una cortina de plástico verde oscura la entrada del bulo era una pequeña sala de espera con dos sillones blancos con signos claros de ausencia de relleno.
7. Libro de autoayuda.
Había varios libros. Destaco primero el del muy conocido Bernardo Stamateas. El nombre, evitar el chiste facil, era: “Relaciones tóxicas”.
8. Libro de predicciones.
Aunque parecía un tanto viejo me sorprendió que entre la bibliografía obligatoria de la cátedra se encuentre un libro de Aschira. Por otro lado me alegré de poder encontrar –por fin- el público al que se dirige esa vieja fantasiosa.
9. Fotos
No eran muchas. Solamente eran guardadas por Angel/Angie en una especie de agenda que tenía en su bolso. Eran de su sobrino.
10. Lástima y dolor.
¿Hace falta alguna explicación?
Ante la solicitud del gendarme –y el temor de todos los presentes- escuchamos y vimos que se trataba de un compilado de canciones románticas, incluyendo el sugestivo “No puedo estar sin ti” de Rosana.
2. Camillas de masajistas.
Es verdad que soy un tanto dormido y que mi capacidad de imaginación a veces es corta, pero me sorprendió mucho encontrar tantas camillas como camas.
3. Almohadas
Aquí también falló mi imaginación. Nunca pensé que en este tipo de lugares era necesario tener almohadas y que con un colchón alcanzaba.
4. Caño roto.
No, no viene el chiste fácil. Solamente la descripción de uno de los techos del lugar que tenían un agujero grande porque un plomero estaba arreglando los caños.
5. Cuaderno con detalles de ingresos.
Fue secuestrado por el gendarme y cerrado en un sobre que firmé. Contenía un cuadro de doble entrada con nombre, horarios y números sueltos. Esos números iban desde los 70 a los 140.
6. Sala de espera
Separada por una cortina de plástico verde oscura la entrada del bulo era una pequeña sala de espera con dos sillones blancos con signos claros de ausencia de relleno.
7. Libro de autoayuda.
Había varios libros. Destaco primero el del muy conocido Bernardo Stamateas. El nombre, evitar el chiste facil, era: “Relaciones tóxicas”.
8. Libro de predicciones.
Aunque parecía un tanto viejo me sorprendió que entre la bibliografía obligatoria de la cátedra se encuentre un libro de Aschira. Por otro lado me alegré de poder encontrar –por fin- el público al que se dirige esa vieja fantasiosa.
9. Fotos
No eran muchas. Solamente eran guardadas por Angel/Angie en una especie de agenda que tenía en su bolso. Eran de su sobrino.
10. Lástima y dolor.
¿Hace falta alguna explicación?
Comentarios
"Relaciones Toxicas" me parece que es fruta...
Muy bueno, un abrazo.