Un lugar comun son los signos del paso del tiempo.
Una propaganda de televisión decía algo así como que el paso del tiempo da señales imperceptibles. De esta manera intentaba apurar a los jóvenes a elegir –creo- una jubilación. Más allá de lo simpático de la propaganda (y de lo bueno que estaba la chica que decía con voz dulce “señor, señor”), considero esta afirmación bastante errónea ¿Saben por qué? Adivinaron: para reconocer el paso del tiempo caemos en los Lugares Comunes. De esta manera hay algunos signos que la vida da y que pueden leerse como señales del paso del tiempo.
Hagamos una mirada por alguno de esos.
Cuando uno debe cambiar la billetera con velcro (o como dicen mis amigos del interior, con abrojos) y muchísimos cierres por una de cuero y con olor a plata, algo ha cambiado. Si encima el color predominante de los billetes que uno lleva adentro se inclinan más a los rojos que a los azules, quiere decir que ha pasado mucho más tiempo. Si además las tarjetas que se llevan ya no son de sacoa, de musimundo o del automac sino de la obra social, del sube o de débito quiere decir que mucho tiempo ha pasado.
Cuando la afeitada comienza a ser un hábito necesario para hacerlo dos o tres veces por semana, quiere decir que los pelos han vencido a los chaqueños y que la adolescencia va quedando en un segundo lugar.
Cuando la hora no está marcada por números cuadrados sino por agujas también es una buena señal. Puede haber pasos intermedios como cuando se usan relojes de agujas con algunos chiches, como cronómetros, como calendario o luces. Ante esto una advertencia como si fuera una máxima: la persona que usa reloj muñeca de agujas con muchos botones es señal de que no admite el paso del tiempo.
Cuando uno debe dejar de usar ropa porque ya no es que le queda chica sino que no le sienta bien quiere decir que el paso del tiempo ha dejado secuelas físicas. Que esta remerita no me queda, que esta remera me marca mucho…
Cuando uno debe recordar tantas cosas que necesita una agenda como ayuda memoria es un signo positivo del tiempo. Cuando pensamos en agenda debemos aceptar las innumerables versiones que esta nos da.
Cuando escuchamos más radio AM que FM (sea la radio que sea y el programa que sea) quiere decir que algo ha pasado. Lo mismo ocurre cuando uno puede ver TN durante un buen tiempo sin aburrirse y, sobre todo, logrando entender eso que ven y que dicen. Eso sí, cuando uno se detiene demasiado en Crónica ya no es señal del simple paso del tiempo sino del viejazo; más aun cuando eso ocurre por las noches cuando repiten recitales del año del pedo.
¿Coincide conmigo? ¿Tiene muchos de estos signos? Ánimo, a no desilusionarse. Es que estos signos del paso del tiempo como Lugares Comunes tienen su faceta muy positiva. De alguna manera son invitaciones a la vida, al crecimiento, al asumir nuevas responsabilidades y al futuro mismo y ¡qué más atrapante que eso!
Es cierto que en tiempos de adultescencia y en donde lo único importante es “que nos volvamos a ver” puede ser un poco chocante. Estimado lector, no tema el paso del tiempo; téngale más temor al paso de la vida que no es vivida, que no es aprovechada y que no es asumida.
Una propaganda de televisión decía algo así como que el paso del tiempo da señales imperceptibles. De esta manera intentaba apurar a los jóvenes a elegir –creo- una jubilación. Más allá de lo simpático de la propaganda (y de lo bueno que estaba la chica que decía con voz dulce “señor, señor”), considero esta afirmación bastante errónea ¿Saben por qué? Adivinaron: para reconocer el paso del tiempo caemos en los Lugares Comunes. De esta manera hay algunos signos que la vida da y que pueden leerse como señales del paso del tiempo.
Hagamos una mirada por alguno de esos.
Cuando uno debe cambiar la billetera con velcro (o como dicen mis amigos del interior, con abrojos) y muchísimos cierres por una de cuero y con olor a plata, algo ha cambiado. Si encima el color predominante de los billetes que uno lleva adentro se inclinan más a los rojos que a los azules, quiere decir que ha pasado mucho más tiempo. Si además las tarjetas que se llevan ya no son de sacoa, de musimundo o del automac sino de la obra social, del sube o de débito quiere decir que mucho tiempo ha pasado.
Cuando la afeitada comienza a ser un hábito necesario para hacerlo dos o tres veces por semana, quiere decir que los pelos han vencido a los chaqueños y que la adolescencia va quedando en un segundo lugar.
Cuando la hora no está marcada por números cuadrados sino por agujas también es una buena señal. Puede haber pasos intermedios como cuando se usan relojes de agujas con algunos chiches, como cronómetros, como calendario o luces. Ante esto una advertencia como si fuera una máxima: la persona que usa reloj muñeca de agujas con muchos botones es señal de que no admite el paso del tiempo.
Cuando uno debe dejar de usar ropa porque ya no es que le queda chica sino que no le sienta bien quiere decir que el paso del tiempo ha dejado secuelas físicas. Que esta remerita no me queda, que esta remera me marca mucho…
Cuando uno debe recordar tantas cosas que necesita una agenda como ayuda memoria es un signo positivo del tiempo. Cuando pensamos en agenda debemos aceptar las innumerables versiones que esta nos da.
Cuando escuchamos más radio AM que FM (sea la radio que sea y el programa que sea) quiere decir que algo ha pasado. Lo mismo ocurre cuando uno puede ver TN durante un buen tiempo sin aburrirse y, sobre todo, logrando entender eso que ven y que dicen. Eso sí, cuando uno se detiene demasiado en Crónica ya no es señal del simple paso del tiempo sino del viejazo; más aun cuando eso ocurre por las noches cuando repiten recitales del año del pedo.
¿Coincide conmigo? ¿Tiene muchos de estos signos? Ánimo, a no desilusionarse. Es que estos signos del paso del tiempo como Lugares Comunes tienen su faceta muy positiva. De alguna manera son invitaciones a la vida, al crecimiento, al asumir nuevas responsabilidades y al futuro mismo y ¡qué más atrapante que eso!
Es cierto que en tiempos de adultescencia y en donde lo único importante es “que nos volvamos a ver” puede ser un poco chocante. Estimado lector, no tema el paso del tiempo; téngale más temor al paso de la vida que no es vivida, que no es aprovechada y que no es asumida.
Comentarios
Ir a trabajar con tiradores, qué es, ja?