Un lugar comun es ajustar pronósticos mundialeros para vender humo.
Me tocará vivir el Mundial fuera de mi país. Esto que puede parecer menor promete marcar mi próximo mes. Tal vez por eso el tema del mundial se me filtra no pocas veces en mi meditación, en las comidas y especialmente en esas interminables clases de metafísica. Para eso la previa del mundial es generosa en espacios de creatividad. Cualquiera puede hablar. Cualquiera puede dar pronósticos. No hace falta mostrar registros ni antecedentes para dar una opinión. Tan generosa es la previa del mundial que da lugar a hablar incluso a aquellos que no saben que Bosnia Herzegovina es un solo equipo, que Tevez no estará en el mundial o que el último Maracanazo lo dio Independiente en 1995 ganándole la Supercopa al Flamengo comandados por la Chancha Mazzoni y el zurdo López en el banco. De nuevo, no hace falta saber estos detalles. Opinólogos, charlatanes, vendehumos, profetas son todos bienvenidos. Y como creo que yo tengo al menos un poco de todo esto me subo a este bondi que si no es gratis se paga menos que la E06 que te deja en Bellavista-La Florida.
Toda esta introducción para justificar un anuncio que vengo haciendo desde hace un buen tiempo: Chile será la revelación del Mundial. Se que esto tiene algunas pinceladas carusescas, pero igual me animo a tirar el pronóstico y fundamentarlo. Si me va mal, cosa que no creo, nadie deberá devolver la ilusión. Si me va bien habré sido el primero. Tal vez sea porque frecuentemente me veo del lado de los perdedores. Y no se si es por compasión o por patología, pero es algo que no puedo evitar. Así hoy soy un poco más kirchenrista que antes, sigo la campaña del rojo desde que dejó de estar en zona de ascenso directo y "estudio para cura" de este lado de la Cordillera y no en el país del Papa. Para superar esas posibles hipótesis quiero entrar a la cancha y dar razones de mi pronóstico. Razones para vender humo.
El Mundial que está pronto a empezar se está dando en un clima de reconversión del fútbol. Con la globalización el fútbol se ha vuelto cada vez más democrático. El peso de las potencias mundiales es puesta en duda al punto que Bélgica y Colombia, equipos de escasa trayectoria mundialera, son cabezas de serie siguiendo un ranking puramente matemático. Con esto quiere decir que en Brasil nadie va a ganar con la camiseta ni con las coronas. Este mundo, para bien o para mal, es mucho más irreverente. Por eso frases como "Alemania es Alemania" deben ser eliminados de todo panel de analistas deportivo masomenos serio. Esto también hace que el mundial que viene será mucho más parejo y dará mucho más lugar a sorpresas. Con esto no creo estar inventando la pólvora sino que es la tendencia que se observa desde los últimos mundiales. En esta línea argumentativa ábranle una puerta a Chile.
Si no juega la historia, ¿qué juega? Será un mundial muy táctico. Espero no deprimir a los románticos mentotistas que vieron en Guardiola, Cappa y Diego Cocca el resurgimiento de su corriente. El fútbol de hoy es cada vez más táctico. La táctica es cada vez más capaz de emparejar las diferencias de habilidades. Llámenlo al Cholo Simeone y a su milagro llamado Atlético de Madrid. En esto nuevamente cabe hacerle un lugar a Chile y especialmente a Sampaoli. El argentino es un enfermo del fútbol al estilo de Bielsa, pero a diferencia de este es mucho menos ideológico y más pragmático. En este sentido no me veo a su selección repitiendo el suicidio futbolístico que su antecesor hizo en el Mundial pasado. Porque los ganadores morales no pasan de ronda ¿Es Chile la única selección que tiene un buen estratega? Creo que no, pero en esto los sudamericanos sacamos un cuerpo de ventaja. Tal vez sea porque estamos acostumbrados a trabajar mucho más cerca de las limitaciones o no se muy bien porqué, pero los entrenadores sudamericanos son mejores estrategas que los europeos. La cantidad de sudacas dirigiendo del otro lado del océano hoy es record.
Para no sobrevalorar la táctica hay que nombrar a los jugadores. En esto un factor determinante para las aspiraciones de Chile es cómo estará Vidal. Y de paso, me da una buena excusa en el imposible caso de estar haciendo un mal pronóstico. Hoy por hoy "Celia" es el jugador más importante para Chile. Algunos pueden recordarme de la existencia de Alexis y de su gran temporada goleadora en España. Yo me quedo con un jugador que es figura de su liga, de su equipo y sale campeón antes que con un buen goleador de un equipo que es noticia por haber ganado nada. Vidal es determinante por juego y también por carácter. Impone presencia. Tiene personalidad. Concentra en él las miradas y presiones liberando al resto. De hecho las menciones que los medios hacen de Vidal puede dejar en ridículo en comparación a las que se hacen de cualquier otro jugador. La operación de Vidal se ha convertido en el reality show preferido por los chilenos y es trending topic de conversaciones para llenar tiempo. No es para menos. Vidal es determinante. Sobre todo para el fútbol más irreverente y táctico de este mundial.
¿Qué pasará con los candidatos? Tomando los argumentos anteriores creo que España será la decepción del mundial. El Barcelona es el termómetro de su selcción y si en el mundial pasado Barcelona era el mejor equipo de Europa hoy no se si entra en el top 5. Alemania puede ser que avance, pero la transición en la que me parece que se encuentra creo que pesará más ¿Y Argentina? Cuesta decirlo, pero hay una peligrosa desvalorización de sus rivales. Bosnia pinta revelación. Iran es una bomba. Y con Nigeria se las puede ver... negras. Es peligroso llegar tan confiado. Hablando en serio parece haber un exceso de dependencia de Messi. El arquero atajó tanto como yo en el último tiempo. Habrá que ver cómo equilibra los cuatros fantásticos con los sietes fantasmas. El otro candidato es Brasil. Considerando que es local y la presión de no perder me parece que tiene todo para que su título de candidato se reemplace por el de candidatazo.
Si sueno irreverente o irónico les pido disculpas. Más bien le aconsejo que se acostumbre. Se viene el mundial, es tiempo de decir cualquier cosa.
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