Un lugar comun es... llenar el ropero del baño con boludeces
En toda familia hay espacios comunes, y como suele ocurrir con todos los lugares comunes, no son estos los más cuidados. Así paso con el ropero del baño. Anoche, antes de irme a dormir quedé perplejo al ver la variedad de productos que se concentran en un espacio. Les propongo una lista de 10 y ustedes me dirán cuan comunes son:
1. Remedio en crema para curar los granos de mi hermano puber que es el mismo que usamos todos cuando atravesamos esa gloriosa etapa.
2. Remedio en pastillas para curar los grandes de mi hermano puber que tiene la particularidad de ser transparente y lleno de bolitas amarillas (el remedio, no mi hermano).
3. Vinchas, aros y flores de cuando el baño de varones era de mujeres; es que como en toda buena familia se fueron casando las nenas y en ese momento los nenes decidimos avanzar.
4. Cuestión que usaba mi hermano a la noche para no limarse los dientes y que desde hace años ya no usa (y que por otro lado sus dientes no desaparecieron lo que hace pensar que no era una herramienta fundamental)
5. Jaboneras varias y de todos colores. En algunos casos se conservan restos de lo que alguna vez fue un jabon junto con algún pelo de dudosa procedencia.
6. Afeitadora, espuma y un after shave que habla idioma y que yo dejé de usar cuando cambié el horario de afeitada y darme cuenta que no hacía a la esencia de la afeitada.
7. Cajas de distintos tamaños de remedios varios que esperan que alguien tenga que hacer una maqueta de una ciudad para ser usadas.
8. Peine de los que te regalan en hoteles con signos claros de haber sido poco usado dado que yo soy el único que me peino (de mi familia y creo que también de mi generación) y prefiero usar el otro peine.
9. Fragancias y otros productos para que algún estressado se pegue un buen daño de inmersión; lo curioso es que todos vivimos tan estressados que ni siquiera hay tiempo para eso.
10. Desodrante de ambiente casi sin usar: no porque los molina caguemos con olor a rosa sino porque estamos del bando de los que creemos que el fuego mata cualquier olor y el desodrante solo lo acompaña.
En toda familia hay espacios comunes, y como suele ocurrir con todos los lugares comunes, no son estos los más cuidados. Así paso con el ropero del baño. Anoche, antes de irme a dormir quedé perplejo al ver la variedad de productos que se concentran en un espacio. Les propongo una lista de 10 y ustedes me dirán cuan comunes son:
1. Remedio en crema para curar los granos de mi hermano puber que es el mismo que usamos todos cuando atravesamos esa gloriosa etapa.
2. Remedio en pastillas para curar los grandes de mi hermano puber que tiene la particularidad de ser transparente y lleno de bolitas amarillas (el remedio, no mi hermano).
3. Vinchas, aros y flores de cuando el baño de varones era de mujeres; es que como en toda buena familia se fueron casando las nenas y en ese momento los nenes decidimos avanzar.
4. Cuestión que usaba mi hermano a la noche para no limarse los dientes y que desde hace años ya no usa (y que por otro lado sus dientes no desaparecieron lo que hace pensar que no era una herramienta fundamental)
5. Jaboneras varias y de todos colores. En algunos casos se conservan restos de lo que alguna vez fue un jabon junto con algún pelo de dudosa procedencia.
6. Afeitadora, espuma y un after shave que habla idioma y que yo dejé de usar cuando cambié el horario de afeitada y darme cuenta que no hacía a la esencia de la afeitada.
7. Cajas de distintos tamaños de remedios varios que esperan que alguien tenga que hacer una maqueta de una ciudad para ser usadas.
8. Peine de los que te regalan en hoteles con signos claros de haber sido poco usado dado que yo soy el único que me peino (de mi familia y creo que también de mi generación) y prefiero usar el otro peine.
9. Fragancias y otros productos para que algún estressado se pegue un buen daño de inmersión; lo curioso es que todos vivimos tan estressados que ni siquiera hay tiempo para eso.
10. Desodrante de ambiente casi sin usar: no porque los molina caguemos con olor a rosa sino porque estamos del bando de los que creemos que el fuego mata cualquier olor y el desodrante solo lo acompaña.
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