Un lugar comun es... pensar qué hubiera pasado si....
Una decisión, una posición o un encuentro pueden cambiar la vida. Es impresionante cómo la vida entera muchas veces termina dependiendo de un hecho puntual. Algo marca incluso a veces sin mucha conciencia. Es más, dicen que los grandes episodios mundiales se sucedieron luego de cambios imperceptibles. De la misma manera pasa en la vida. Mirando mi pasado me pregunto qué hubiera pasado si… No me siento muy original. Creo que la melancolía, la inseguridad o las crisis pueden impulsar a hacernos ese tipo de preguntas.
En estos días me reconocí un poco melancólico, algo normal en mi, pero que se profundiza en momentos como estos cuando estoy cerrando –espero- una etapa importante en mi vida y abriendo otra que promete ser espectacular.
Fue en este contexto que las maravillas de la tecnología me pusieron en contacto con compañeros de mi Jardin, del Champa. Si bien después estudié en el mejor colegio del mundo, el Jardín de Infantes lo hice en el cuestionado Champagnat. Una foto en el Factbook y una catarata de preguntas ¿Qué hubiera pasado si no me cambiaban al Salvador?
En un juego de imaginación creo que hoy estaría estudiando abogacía en la UBA. Sería un buen empleado del estudio de mi viejo. Estaría de novio con una linda chica del Michael Ham que habría conocido en la última ida a esquiar con mis amigos. Claramente no tendría este espacio ni me preocuparían demasiado los Lugares Comunes. Vería mi futuro ligado al estudio de mis padres; ni trabajo social ni demasiadas preocupaciones trascendentales. Sería una vida más fácil más cómoda.
Pero no, acá estoy muy distinto a eso.
Un simple cambio de colegio y un cambio de vida.
Una decisión, decía, puede generar el cambio. Tal vez se mezclen un poco las cosas, pero creo que algo similar se puede aplicar a la política. El 28 de Junio los porteños elegimos nuestros representantes para la Legislatura Porteña y para la Honorable Cámara de Diputados.
En la vida un hecho aislado parece intrascendente ante “la vida” misma, mas no lo es. De la misma manera el voto personal parece intrascendente ante las miles de personas que votarán, pero tampoco lo es.
Un pequeño hecho, meter el voto en un sobre y un buen cambio que estoy convencido que se nos viene y que puede marcar la historia abriendo una nueva etapa.
La vida está llena de cuestiones imperceptibles. Estas elecciones pueden ser una más o puede ser una pequeña decisión que genera el cambio. Ojalá que no terminemos preguntando qué hubiera pasado si...
Una decisión, una posición o un encuentro pueden cambiar la vida. Es impresionante cómo la vida entera muchas veces termina dependiendo de un hecho puntual. Algo marca incluso a veces sin mucha conciencia. Es más, dicen que los grandes episodios mundiales se sucedieron luego de cambios imperceptibles. De la misma manera pasa en la vida. Mirando mi pasado me pregunto qué hubiera pasado si… No me siento muy original. Creo que la melancolía, la inseguridad o las crisis pueden impulsar a hacernos ese tipo de preguntas.
En estos días me reconocí un poco melancólico, algo normal en mi, pero que se profundiza en momentos como estos cuando estoy cerrando –espero- una etapa importante en mi vida y abriendo otra que promete ser espectacular.
Fue en este contexto que las maravillas de la tecnología me pusieron en contacto con compañeros de mi Jardin, del Champa. Si bien después estudié en el mejor colegio del mundo, el Jardín de Infantes lo hice en el cuestionado Champagnat. Una foto en el Factbook y una catarata de preguntas ¿Qué hubiera pasado si no me cambiaban al Salvador?
En un juego de imaginación creo que hoy estaría estudiando abogacía en la UBA. Sería un buen empleado del estudio de mi viejo. Estaría de novio con una linda chica del Michael Ham que habría conocido en la última ida a esquiar con mis amigos. Claramente no tendría este espacio ni me preocuparían demasiado los Lugares Comunes. Vería mi futuro ligado al estudio de mis padres; ni trabajo social ni demasiadas preocupaciones trascendentales. Sería una vida más fácil más cómoda.
Pero no, acá estoy muy distinto a eso.
Un simple cambio de colegio y un cambio de vida.
Una decisión, decía, puede generar el cambio. Tal vez se mezclen un poco las cosas, pero creo que algo similar se puede aplicar a la política. El 28 de Junio los porteños elegimos nuestros representantes para la Legislatura Porteña y para la Honorable Cámara de Diputados.
En la vida un hecho aislado parece intrascendente ante “la vida” misma, mas no lo es. De la misma manera el voto personal parece intrascendente ante las miles de personas que votarán, pero tampoco lo es.
Un pequeño hecho, meter el voto en un sobre y un buen cambio que estoy convencido que se nos viene y que puede marcar la historia abriendo una nueva etapa.
La vida está llena de cuestiones imperceptibles. Estas elecciones pueden ser una más o puede ser una pequeña decisión que genera el cambio. Ojalá que no terminemos preguntando qué hubiera pasado si...
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