Recomendaciones antes de partir.

La vida, queriendo o sin querer, te ubica en lugares comunes. Espacios tuyos, propios, que nadie duda que hablan de vos. Y vos mismo –o yo mismo- los tomamos como propios, como comunes porque en el fondo nos dan seguridad. Ahora bien, ¿qué pasa cuando la vida te da un lugar con cierta trascendencia social y te ves imposibilitado a cumplir? Es decir, ahora que yo “me voy”, ¿quién se encargará de ocupar “mis” Lugares Comunes? Atento a esta inquietud dejo 10 consejos para quien tome la posta de mis lugares comunes (en su amplitud, en su variedad, pero “mios”). Tal vez suene a testamento aunque claramente no lo es: espero que el día que llegue ese día ya me haya liberado de todos –tantos- Lugares Comunes.

1. Antes de cada viaje en mi familia siempre era el encargado de ordenar el equipaje en el baúl. Para quien asuma esa función le advierto que no sea crea un gran ingeniero por poder hacerlo tan bien como yo lo hacía ya que seguramente tenga el beneficio que cada vez quedan menos viajeros. De todos modos recuerde siempre ubicar debajo de todo los equipajes más duros y grandes para luego apoyar sobre estos los otros. Recuerde que nunca faltará que nuestro padre deje separado algún “bultito” para último momento y que los bolsos de las mujeres deben estar más a mano que el de los varones (cuestiones femeninas viste!).

2. Después de que la YPF dejó de ser tal y ahora es Shell nos hemos beneficiado toda la familia y cuantos acuden a nuestra casa para los múltiples festejos. Es que ahora Shell vende hielos. Por este motivo cuando le encarguen ir a buscar hielos ya no hace falta pasar de piso en piso por todo Uruguay 829 con un tupper vacío y con cara de pobre acalorado. Ahora podrá dirigirse a Paraguay y Rodríguez Peña y solucionar su demanda.

3. Las llaves de la baulera son dos casi idénticas, pero solamente una abre la puerta. La otra solamente tiene función de despistar y dejar en evidencia las pocas veces que usted bajó hasta el subsuelo de casa. Escuchará leyendas de ratas y otros animales, pero quédese tranquilo porque nada de eso es cierto. El mayo susto podrá generarse en todo caso si se encuentra con algún vecino. En ese sentido ayuda encender todas las luces y de apagarlas recién cuando se haya asegurado que el ascensor está efectivamente en planta baja.

4. Si tiene el privilegio de dormir en el cuarto-ropero procure mirar la temperatura y el pronóstico extendido antes de irse a dormir. Si hace mucho frío busque buen abrigo. Si hace mucho calor abra las puertas y controle que el aire acondicionado del cuarto aledaño esté en 18 al momento de irse a dormir (quédese tranquilo que misteriosamente al día siguiente aparecerá en veintipico). En uno u otro caso duerma con la ventana abierta haciendo caso omiso a las amenzas de invasión de ratas. Bajo ningún concepto duerma con la persiana baja: la estratégica ubicación del cuarto hará que pueda dormir más de 14 horas sin darse cuenta que mientras tanto hay vida del otro lado del ropero.

5. En reuniones sociales prefiera pasar por tímido o antipático que por boludo. En ese sentido ponga más atención en escuchar que en hablar. Y si lo hace que sea para decir cosas autónomas y no para repetir una síntesis de las columnas de Mariano Grondona en La Nación. Observe, escuche y solamente hable cuando se asegure de que lo escuchen o cuando esté con hasta cinco personas. De lo contrario siempre es mejor callar.

6. Cuando piense en fútbol piense en Falcioni. No tenga miedo en hacerlo ya que solamente se lo estará eligiendo para el fútbol y no como pareja y mucho menos como filosofía de vida. Cuando piense en música piense en Ismael Serrano y no solamente para cuando esté melancólico sino que debe esforzarse en encontrar canciones que le canten para todos los momentos de su vida. Cuando piense en política, piense en Lilita Carrió; no porque ella sea intachable o la salvadora sino simplemente porque ella expresa el ideal y la voluntad de hacer política con ética y valores.

7. La relación con Dios es sencilla. El título de oración tal vez le espante. En ese sentido le aconsejo que rece algo ni bien se levante que durante el día se acuerde de que existe, que tenga un llavero con motivo religioso en la llaves de su casa para que lo motive a hacer alguna jaculatoria cuando usted entre y salga de su casa, y al llegar a la noche agradezca por los momentos en que sintió que Dios estuvo con usted. Si no los percibió pida para verlos al día siguiente. Sobre todo le pido que cuide este punto siempre por más de que usted mismo se considere un criminal, un hipócrita, un alcohólico un endemoniado o sencillamente un pajero.

8. Crea en la misión. Ya lo sabe: en la misión pasan cosas. Por eso le pido que se las tome en serio, que se anime a creer y que por eso se prepare bien para afrontarlas. Es mentira que las misiones salen siempre bien o que se hacen con piloto automático. Por eso apueste, exija, invite y debe estar atento: la vida entera puede cambiarse en esos días de misión.

9. Desconfíe de los Lugares Comunes. Podrán tener muchas expresiones, pero los síntomas son los mismos siempre: seguridad, tranquilidad, apatía, conformismo y algo de tensión interior. Por el contrario indague en su interior cuál es su propia vocación, para qué carajos está en la tierra, qué es lo que usted quiere de su vida, qué potencial tiene, qué le mueve el corazón. No se desespere si esto le lleva años, más bien desespérese si nunca se lo preguntó o nunca imaginó una respuesta.

10. Al menos una vez por año vea “La Vida es Bella”. Pero todos los días procure descubrir lo bello que hay en su vida. Seguramente sea mucho más de lo que se imagina. Por eso dude de los profetas de la catástrofe y apocalípticos. También rechace quienes hablan barbaridades de los tiempos actuales. Seguramente sean resentidos. Recuerde siempre que debemos ser hijos del tiempo.

Y de yapa: rece por mi. No tanto para que sea sacerdote sino más bien para que siempre siga la voluntad de Dios, sea fiel a la Alianza y de esta manera pueda ser santo. Lo demás no me sirve de nada.

Muchas gracias. Los quiero mucho.

Juan M. Molina