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Síndrome de la Fecha 14

Un lugar comun es... la crisis de entre los 20 y los 30 años.


La fecha 14 en los campeonatos argentinos son como una bisagra. Marcan tanto en el rumbo de los equipos que hace poco tiempo -horas diría- elaboré esta teoría. La fecha 14 aproximadamente es cuando un equipo sabe para qué está. Algunos se perfilan como grandes candidatos al título. Otros empiezan a hacer números para ver cuántos triunfos hay que conseguir para entrar a alguna copa. Otros, que no son tan pocos, deben mirar la tabla de abajo con la preocupación que genera no sólo el descenso sino también la posibilidad de promoción. Una preocupación que radica, supongo yo, no tanto en el temor real de perder la categoría sino más bien en la vergüenza que genera estar ahí, haciendo números y poniéndose nerviosos por enfrentar... a un equipo de la B.

En sintonía con eso hacia esa fecha se replantean muchas cosas. Nada de lo que se viene haciendo será aceptado por el simple hecho de lo que se viene haciendo. Todo necesita ser re-explicado, re-pensado en función de los objetivos. Y ahí aparecen preguntas del estilo ¿Pueden Silvera y Parra jugar juntos? ¿Está bien que JJ López nunca ponga delanteros? ¿Es Funes Mori el delantero que necesita River? ¿Quién debe acompañar a Teo? Obviamente hasta ese momento los partidos disputados marcan que hay algunas respuestas. Pero eso ya nos sirve. Se abre un nuevo panorama en la competencia que exige volver a mirar. Incluso, esta estadísticamente probado, en estas fechas suelen ser frecuentes los cambios de técnicos. Suele pasar cuando se contrasta para qué estaba el equipo con la realidad. Bajo recriminaciones como "con los jugadores que pediste no podemos estar peleando por entrar a una copa nada más" o "para qué rompiste las bolas para que traigamos a ese jugador si juega menos que.." los dirigentes suelen iniciar sus diálogos que terminan con el pedido de renuncia.

En realidad, estuve pensando que el síndrome de la Fecha 14 también se aplica a otras realidades. Pienso que si nuestra vida fuera un campeonato entero, la juventud es un poco esa fecha 14. Es un momento donde nos planteamos el para qué estamos. Contrastamos aquello que buscábamos con lo que ahora perseguimos. También es un momento donde las respuestas hechas no nos terminan de convencer y nos generan sospechas de ser Lugares Comunes. Pasa que te preguntas dónde estarás en la fecha 19, pero apenas sabes dónde estas parado en esta fecha. Descubris un montón de cosas de tu equipo que no suponías o que no sabías que existían.

Algunos nos hablan de crisis; otros de cambios; otros de oportunidades y de desafíos.

El gran tema es cómo encarar las últimas fechas. Hay algunos equipos que deciden quemar los papeles y hacer un cambio radical. Otros que apuestan por la continuidad: "si así no nos fue tan mal, para qué cambiar". Otros cargan con una historia y una tradición tan pesada -y pensada- que ir en contra de ella sería el peor de los pecados.

Estoy convencido que solamente hay un tipo de respuesta que transforma a los equipos que atraviesan estas crisis en exitosos. No me refiero a un modo de pararse, sino al modo de encarar esta crisis/desafío/oportunidad o como le quieran decir. Los único que pasando este síndrome de la fecha 14 llegar a la 19 con el éxito son los que están más conectados con su propia originalidad ¿Qué es esto? La originalidad del equipo es aquello que es propio de sí mismo y que lo distingue de lo demás. No tiene ninguna valoración moral (en el sentido que no es algo que debería ser). Lo originalidad es lo que es, lo que está como en su adn. Entonces los exitosos son los que logran saber qué es lo que ese plantel de jugadores es, cuál es lo distintivo, cuáles son sus luces y cuáles son sus sombras. En función de eso es mucho más sencillo saber para qué esta, qué se aspira...


¿Y en la vida? Creo que la manera de superar este síndrome de la fecha 14 por el que todos mal que mal estamos pasando es también siendo fieles a nuestra originalidad y potenciándola en su máximo nivel. A aquello que somos, que hemos recibido y adoptado; a aquello que queremos; siendo coherentes con nuestra esencia. Y así el divertido, diviertiendo; el gracioso, haciendo reir; el generoso, dando; el pacífico, generando paz; el estudioso, estudiando.

El gran error es comprar recetas o fórmulas de otros. Eso seguramente nos pueda dar seguridad -mucha, muchísima-, pero difícilmente nos conduzca a una fecha 19 en el lugar de la tabla que quisiéramos.

Por eso, para redondear me entusiasmo y los entusiasmo a seguir siendo fieles a nuestra originalidad… con la claridad de que no es ni mejor ni peor que la de otros, pero que fundamentalmente es nuestra.

Bienvenida fecha 14. Vamos por la 19.

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