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Mostrando entradas de mayo, 2011

No es el fútbol. Es la vida.

Ya sé que son muchos los que a cada rato intentan ver el fútbol más allá del partido. Incluso debo admitir que no me caen del todo bien. En definitiva siempre creí que el fútbol era el partido. Es decir que uno gana, que otro pierde, que unos hacen goles, que otros reciben, que unos esperan y salen de contra y que otros salen a apretar a fondo (pero después los aprietan en el fondo). Insisto para mi el fútbol fue siempre eso. Fue, como dicen en el barrio, eso fue el fulbo o el futbol. Pero no. Estaba equivocado. No quisiera que con esto se me acuse inútilmente de vende humo o de hacer fulbito para la tribuna. Este año, este cuatrimestre, caí en la cuenta que es mucho –muchísimo- más que eso. La nota final puede haber sido las lágrimas que salieron de los ojos de Tete y que claramente no podían resultar simplemente de los goles hechos, de los no recibidos y mucho menos de la táctica. Hoy estuve pensando bastante qué es eso que tiene el fútbol que nos pone así. Pensé mucho en el f

Molestias de ida y vuelta en un viaje en ómnibus.

Un lugar comun es... lo que nos molestan las situaciones extremas de los viajes en ómnibus. 1. El molesto que se tira para atrás ni bien se sube clavando su respaldo en mis rodillas. El que no entiende mi cansancio y no me deja bajar mi asiento a fuerza de apretar sus rodillas sobre mi respaldo ¡Hubieran viajado en semi cama! 2. El azafato estructurado que hasta determinada hora nos mantiene a secas y no nos da ni un vaso con agua. El azafato extremadamente atento que interrumpe cualquier conversación o sueño sólo para darme un caramelo superacido. 3. El azafato chofer-frustrado y que por eso hace su laburo de mala gana. El azafato encantado con su trabajo y siente la necesidad de destacarse cumpliendo con brillantez su trabajo entregando caramelos, almohadas, frazadas y más caramelos sólo para lucirse. 4. La película de tiros insoportable que tiene tanta sangre que hasta parece que puede salpicarnos y nos obliga a mantener la atención. La mariconada de película que te ponen en tus nar

Confieso que he aprendido

Un lugar común son... los aprendizajes luego del primer año en el sector público. 1. Los debate éticos se generan desde las más bajas esferas de gobierno. Cuando solemos escuchar hablar de corrupción siempre involucramos a los más altos niveles de gobierno. Sin embargo la corrupción o no de un Gobierno se empieza a jugar desde los estratos más bajos a la hora de elegir un proveedor, de repartir el trabajo y de buscar eficacia siendo eficientes. 2. La diferenciación entre lo público y lo privado un ejercicio permanente. Sartori define corrupción con la confusión de ambas esferas. Cuando uno se involucra tanto en la función pública prácticamente la esfera privada se diluye. El gran desafío fue forzar esa diferenciación con aspectos muy puntuales como por ejemplo mantener mis dos líneas de teléfono celular. 3. Entre las necesidades y los fines: los medios. En Gobiernos que se dicen hacedores se suele pasar por alto que ese hacer lleva medios concretos para lograrlo. El esfuerzo por ver q