La conexión entre Chile y Argentina siempre está a riesgo de circunstanciales tormentas que nos aíslan; así también es el funcionamiento del Paso de los Libertadores. Estas fechas son fechas de riesgo para viajar, pero cuando el bolsillo apremia la apuesta es la única posibilidad. Así es como programamos el viaje a Mendoza por la empresa Fenix Ahumada, un nombre cuya épica a la que remite sólo puede asociarse a las boleterías: por pocas monedas permite viajar. Los días previos del viaje no fueron muy auspiciosos: llovió como sólo había visto llover en Paraguay. Sin embargo, contra todo pronóstico el Fenix resurgió de las escarchas y anunció: “viajamos” . Aun dubitativo me subí al bus. Me di cuenta que mi estado de increencia se compartía con otros. “Te dije: esto es una porquería y está sucio”, entra a los gritos una mendocina mientras se sienta atrás mío. Su marido trata de domarla. Que era más barato, que podíamos subirnos cerca del hotel, que el viaje es corto, que los sill
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.