La presente nota inicia una serie de textos titulada: "Chilenos. Apuntes para comprenderlos (y quererlos)" a través de las cuales busco meterme en la cultura chilena. (…) Mirar a los chilenos es algo nada frecuente en la gran mayoría de los argentinos. (…) Forzar a un argentino a hacer un juicio sobre los chilenos implicaría un esfuerzo similar a tener que emitir un juicio sobre Ecuador, Panamá, Costa Rica o Bélgica. Tan cerca y tan lejos. Este primer dato puede incomodar y hasta sorprender a los chilenos, pero no quiere tener una carga más que la pura descripción de una realidad: para el argentino medio Chile es nada. En virtud de esa posible incomodidad quisiera justificarme. En el ámbito deportivo desde donde muchas veces se disparan rivalidades o amistades (…) Argentina siente que compite con Brasil (…), con Uruguay hay una cierta rivalidad por un estilo futbolístico diferente y por un amor no correspondido. Fuera de estos dos países, Argentina mira hacia afuera.
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.