El directivo Conoce la realidad amplia del club. Toma decisiones fuertes que marcan todo. No está pendiente del día a día sino de las grandes líneas, de la estrategia, de lo institucional. Está alejado de la cancha porque parece interesado en cosas más importantes. Es el Dios creador, omnipotente y conocedor de todo. Al mismo tiempo es lejano y parece no importarle las pequeñeces de la vida ni del día a día. Su acción se hace concreta en intervenciones que marcan el mundo y reciben el nombre de catástrofes. El entrenador Está involucrado en el juego, pero siempre desde afuera. Conoce las necesidades de los jugadores y las potencialidades de cada uno. Marca, corrige y da indicaciones sin parar. Lleva un pormenorizado estudio de cada uno y sabe perfecto en qué está cada uno. Con toda esa información da indicaciones pegado a la línea de cal. Es el Dios que dirige, ordena y manda. De verdad busca lo mejor para cada uno y lo mejor para todos (que al final es también lo mejor para
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.