Un lugar comun es... identificar todo como proceso En tono polémico el profesor de Filosofía de la Educación invitaba a dejar de lado la palabra proceso. Palabras más, palabras menos él decía que “o se está educado o no se está educado”. Confieso que me cayó simpática la expresión más que nada porque a todos los que nos interesa la educación solemos apoyarnos en la idea de proceso como refugio, como Lugar Común. Pensando en profundidad el tema, si me permiten, el problema del proceso es el proceso. Aunque suene un poco confuso, me parece que por ahí pasa el gran problema. Muchas veces nos embarcamos en procesos que no son más que eso: procesos. No creo que sea del todo consciente, pero a menudo con metas imposibles, amplias o vagas terminamos caminando sin ningún rumbo (que es lo mismo que no caminar). Por eso me parece que cada vez que hablemos de proceso debemos acompañarnos por la pregunta del ¿para qué? Encarar un proceso sin un objetivo nos terminará enredando en el laberinto de n
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.