“El cristiano debería ser un eterno asombrado. Un constante maravillado de lo que Dios va haciendo en él y en el mundo.” Rossi, A. “Pequeños gestos con gran amor” p.20 Para cuando sea cura no quiero que me regalen auto, dinero ni tecnología. Alguno pudo respirar aliviado . Cuando sea cura quiero que me regalen una mirada . No se si será más de una. Tampoco tengo claro el modo de cuantificarlo. Aunque suene extraño para el día que sea cura les pido que me regalen una mirada. Sí a mí. Que me regalen una mirada que probablemente se mezcle con la de otros, que se confunda con la de otros, que se entrecorte con la de otros, hasta encontrarnos nosotros . Quiero que me miren, pero no para ser el centro de atención . Saben que me cuesta muchísimo y es un tema que ni siquiera los años de formación pudieron destrabar. Díganme “estrellita” y verán el daño que me hicieron, que me hacen o que me podrán hacer. Aun así, les pido que me regalen una mirada. No les pido una mirada común y corrient
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.