Mientras espero la respuesta a mi pedido de consagración para siempre en la Comunidad de los Padres de Schoenstatt, recibí el baldazo de agua fría de la noticia sobre acusaciones a Kentenich. Si bien el impacto menguó al ver las diferencias entre el título rimbombante y el contenido de la noticia, no puedo negar que movió el piso ¿Es posible verme disfrutando esta vida y también verme invadido por esa inseguridad? Ahora que somos grandes , la vida parece más complicada, llena de contradicciones y de sabores mezclados. “Juan así es la realidad” , me dice a menudo mi acompañante espiritual haciéndome sentir un pequeño idiota. “Así son las bienaventuranzas” (Mt.5), me recordó Joaco en uno de esos espacios maravillosos que compartimos semanalmente en casa en torno a la Palabra. Viviendo en Puente Alto aprendo que ni siquiera las condiciones más duras son excusa para no apostar por una vida en plenitud , por la venida del Reino . Con el transcurso de los días y el paso de la ver
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.