Mirar desde la alegría En la celebración del año nuevo entre todas las comunidades, en la centenaria escuela de General Campos, el p. Facu terminaba sus palabras con un acto de sinceridad y casi una declaración de principios: afirmar no tener idea qué es la alegría. Lo que en su momento fue simpático, para mí termina siendo una clave de interpretación de MTA. Es sabido, MTA -y mi MTA- puede leerse desde distintas ópticas. Yo elijo esta de la alegría. Así es posible compartir MTA desde las distintas alegrías que viví y -especialmente en mi nuevo lugar de seminarista- pude ser testigo. Mirar desde la alegría puede ser un poco chocante para fenómenos religiosos de este calibre. A menudo me da la sensación que hablar de la alegría es visto como una superficialidad. Desde distintas tribunas conservadoras me dirán que el vínculo con Dios no se sostiene desde la alegría sino desde el compromiso, la doctrina, la búsqueda de verdad y la responsabilidad. Los conozco. Yo también alguna ve
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.