Esto de ser arquero me parece que no tiene ninguna explicación lógica. Sin embargo en uno de los buenos partidos jugados en el Monumental de Tuparenda, cuando el equipo rival no podía superar mi férrea defensa me gustó viajar a los orígenes de esta peculiar vocación. Estando en la escuela primaria una vez un amigo me preguntó en tono confidente: "¿A vos no te gusta el fútbol que querés ir al arco?" No recuerdo bien lo que contesté, pero sí tengo bien presente que mi elección por el arco no es una elección ni por descarte ni por martirio. Es decir que yo se que podría jugar en otras posiciones (aunque muchos no digan lo mismo), pero que lo que más me gusta es el arco. Saber que soy el defensor de los últimos y a la vez el capaz de emprender los más agresivos ataques me entusiasma. Tener el centro de atención sólo de a ratos y después poder disfrutar el fútbol desde adentro es otra cosa que siempre me gustó. También, y sólo cuando me dejan, poder dar indicaciones y o
Un lugar nada común en el mundo con pensamientos propios lejos de modelos, modos de acción, universales y rutinas impuestas. Un lugar en el mundo de libertad y expresión. Un lugar en el mundo para la originalidad. Sin pretensiones de ser el mundo, tan solo un lugar para estar.